En el Museo del Prado
se han realizado varios estudios de campo sobre la presencia de las aves o los
animales en las obras del Museo, pero la naturaleza1 nunca ha
contado con un análisis a pesar de que el 80% de sus obras contengan algún
indicio de naturaleza en mayor o menor medida.
Como introducción a
este corto paseo por la historia del arte y su paisaje, cabe destacar la
conclusión obtenida tras las prácticas realizadas en el proyecto “Paseando por
la Naturaleza del Museo del Prado” en colaboración con el departamento de
psicología ambiental en la Universidad Autónoma de Madrid, en relación al
análisis de 324 obras en el Museo Nacional del Prado, donde se catalogó la
cantidad de naturaleza y su relevancia en la obra. Es cierto que esta estaba
sublevada a las modas de la época, encargos etc… pero estos datos también son
relevantes para entender la vinculación de esa sociedad con la naturaleza. Este
trabajo de selección, clasificación y agrupación realizado en el Prado muestra
que en general predomina la figura humana en primera persona. La vegetación se
encuentra generalmente como paisaje secundario y su categoría, es decir la
cantidad de vegetación pintada corresponde por lo general a no más de una
cuarta parte de la obra. A lo largo del análisis se puede apreciar la aparición
progresiva de la naturaleza, y como ésta va cambiando en su forma de aparecer.
De aparecer muy levemente en el siglo XV a verse junto o a través de una fuerte
presencia arquitectónica, una ventana, o como fondo entre telas en el siglo XVI
y XVII. De ahí en adelante, la naturaleza cobra algo más de
protagonismo y se logra apreciar en primer plano, hasta llegar al siglo XX,
donde aparecerá como paisaje natural alejado de la presencia humana.